Todo porfolio debería incluir actividades o herramientas para
la reflexión del alumnado sobre su proceso de trabajo. El uso de rúbricas,
matrices o listas de consecución de objetivos son de gran utilidad, pero es de
vital importancia que estén bien estructuradas para que los alumnos sean
capaces de identificar los objetivos a conseguir, cómo van a ser evaluados y
reflexionar más tarde sobre su aprendizaje.
En este sentido, el uso del porfolio facilita también el
registro de comentarios por parte del profesor e incluso de otros alumnos. Los
comentarios de retroalimentación y la guía del profesor en el aula son vitales
para que el alumno haga una autoevaluación correcta, y es aquí donde hemos de
profundizar. En muchas ocasiones sólo facilitamos al final de cada unidad o
actividad una hoja de autoevaluación que no tiene ningún sentido sin un
entrenamiento y seguimiento previos. De ahí que tengamos que prestar especial
atención a la inclusión de estas herramientas al principio del porfolio
(Evaluación previa), a lo largo de las actividades (Evaluación continua) y al
final (evaluación sumativa), y desde tres puntos de vista: evaluación por parte
del profesor, evaluación de otros compañeros en los trabajos en grupo y
reflexión personal sobre el propio aprendizaje.
Como reto, me propongo la introducción del porfolio de modo
sistemático en todos los cursos, y no sólo como herramienta de evaluación en actividades
puntuales. Ciertamente ello requiere un esfuerzo extra por mi parte, pero
también por parte del alumnado. Si bien lo han estado trabajando desde E.
Primaria, creo que el porfolio en secundaria debería incidir en los aspectos de
autorregulación y reflexión del alumno, y en hacerlo lo suficientemente
atractivo y motivador como para enganchar al alumnado adolescente. Muchos
porfolios carecen de este atractivo, que considero indispensable para que
realmente el estudiante se “enganche”.
En
mi caso, el porfolio supone para mi una herramienta de seguimiento del alumnado
extremadamente útil, especialmente a ha hora de evaluar los proyectos de
trabajo realizados en el aula. Profesionalmente, me sirve de carta de
presentación allá donde voy, ya que puedo recoger no sólo los datos sobre mi
trayectoria profesional, sino también recoger las evidencias más significativas
de los trabajos realizados por mis alumnos hasta el momento, lo que es sin duda
alguna, un ejemplo ilustrativo de mi quehacer diario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario